Terminamos, ¿y ahora?

Busco las palabras perfectas para iniciar este texto, pero no las tengo, solo sé que tengo todas mis emociones desbordadas en este instante y necesito escribir y escribir hasta que el dolor se calme. Esta carta es para todos aquellos hombres/mujeres, que no se atreven a soltar a su expareja, que pese a que ya no son nada siguen ahí como una sombra, como un recuerdo, como un martirio que no termina de soltar: "Hoy como muchas otras veces me entere de cosas que dijiste, que hablaste, que tenían toda la intención de llegar hasta mí, desde que nosotros terminamos yo me di a la tarea de borrarte de mi vida, no de no saber nada de ti, y con todo y mi dolor te borre de todos lados, de mi teléfono, de mis redes sociales, de mis fotos, de todo, pero parece que nunca es suficiente tarde o temprano encuentras la manera de hacerme llegar tu desprecio hacia mí, y es que cada vez que me entero siento de todo, por más bien que vaya todo vuelve a doler, pero hoy no, hoy ya me

Cuando terminamos una relación de mucho tiempo el vacío que genera es inexplicable, la herida es profunda y la idea de vivir sin esa persona se vuelve tormentosa, los niveles de dopamina bajan y nuestro cuerpo nos exige volver con esa persona, es literalmente una droga que tu cuerpo necesita para sentirse feliz en ese momento, el proceso de desintoxicación es largo y cualquier contacto con la expareja nos hará necesitarla nuevamente. El proceso de desintoxicación lleva tiempo puede durar meses o un par de años, dependiendo de ti y de lo que hagas para salir de ahí, mientras menos contacto tengas con esa persona será más fácil poder soltarlo y seguir adelante con tu vida. Pero como todo ser humano en medio de este proceso de desapego nos surgen las dudas, los miedos, y muchas veces se da la oportunidad de regresar con esa persona que nos rompió el corazón y la pregunta aquí es: ¿Es sano volver con mi ex? No hay una respuesta correcta, cada relación tiene su

Los hermanos son importantes en nuestras vidas, sin embargo, sin darnos cuenta nos tratamos de meter en las decisiones que ellos toman, sobre todo cuando se trata de elegir pareja. Aunque tengamos claro que eso esté mal y que cada quien es libre de tomar el camino que desee y con quien lo quiera, a veces no podemos evitar inmiscuirnos más de lo debido. Esto le paso a la escritora Cynthia Díaz y escribió una carta explicándolo: “No quiero para ti una mujer que te merezcas, quiero una mujer a la que no te merezcas, para que te obligues a ser mejor. No quiero para ti alguien que no te haga sufrir, quiero alguien por quien sufrir valga la pena. Y espero que si encuentras a alguien así no seas tan tonto de dejarla ir, así como dejas a la primera todo lo que te cuesta. Ni siquiera tiene que agradarme, no se trata de mí; si sus chistes son malos, pero si a ti te hace reír, entonces está bien. No quiero una chica que crea que necesita quedar bien conmigo; no sé si sepas, pe