Terminamos, ¿y ahora?

Hola, sé qué hace tiempo que no escribo, necesitaba un tiempo para acomodar todo lo que me ha estado sucediendo, pero estoy aquí de vuelta y hoy quiero compartirte lo que he estado acomodando, espero que te sea de utilidad. ¿Y que sigue después de un tiempo del adiós?... Solía hacerme esa pregunta una y otra vez después de mi divorcio, sentí que mi vida no tenía más sentido y que no volvería a amar como amé a mi exesposo. Han pasado ya algunos años y la vida no deja de sorprenderme, ciertamente descubrí que no volveré a amar como lo él, y es que parafraseando a Sartre, "Jamás podemos volver atrás, todo lo que hemos vivido es lo que nos guía hasta este momento de nuestras vidas":  y no quiero ni puedo hacerlo, esa persona que solía ser, no existe más en mí, mi concepto del amor a cambiado profundamente, cuando yo lo amaba solía creer en los cuentos de hadas y pensaba que el amor lo perdona todo y mi vida giraba en torno a mi expareja. Había dejado de lado mis sueños,

Hace unos días leía un articulo sobre el duelo ante la muerte de un ser querido y la autora Margalida Estarellas psicóloga y experta en pérdidas, mencionaba de lo poco empáticos que somos con las personas que atraviesan por un dolor tan grande como la pérdida, y hablaba de algo que me pareció muy interesante: Siempre podemos seguir adelante pero no significa que todo volverá a ser como antes. Y es que es justo la parte que tenemos que valorar ante la pérdida, y aunque la autora hace referencia únicamente al duelo por muerte yo lo voy a enfocar a la pérdida de la pareja por ruptura. Cuando nosotros nos divorciamos uno de los dos se va de la casa, y el duelo no solo conlleva a la pérdida de la persona, sino de las cosas que compartían juntos como lo material desde un vaso hasta la convivencia familiar y cuando esto se acaba todo cambia, todo deja de tener el significado que solía tener para nosotros, incluso hasta tomar una taza de café. Y el paso m

Hace tiempo que muchos fans me han escrito para hablar de este tema, casi siempre hablo del dolor de las personas a las que abandonaron, a las que lastimaron por completo para irse dejando una gran herida, pero jamás he hablado de otro tipo de dolor en las rupturas cuando llega el proceso de aceptación en la pérdida, donde debemos aprender a soltar. Tengo un recuerdo muy presente de una charla que tuve con un amigo cuando me estaba divorciando, yo estaba muy triste, molesta, sentía de todo y le dije que deseaba de todo corazón que la vida le hiciera pagar por todo el daño que me había hecho, que encontrara una relación donde fuera infeliz, que le deseaba que el karma le llegara y le pagaran con la misma moneda, mi amigo me escuchó atentamente me dejo terminar y me dijo, ¿te puedo hacer una pregunta?  a lo cual de inmediato accedí suponiendo que alimentaria más mi idea a lo cual él me dijo: ¿Que acaso no lo amaste? Cuando uno ama con todo su corazón a alguien ac

Busco las palabras perfectas para iniciar este texto, pero no las tengo, solo sé que tengo todas mis emociones desbordadas en este instante y necesito escribir y escribir hasta que el dolor se calme. Esta carta es para todos aquellos hombres/mujeres, que no se atreven a soltar a su expareja, que pese a que ya no son nada siguen ahí como una sombra, como un recuerdo, como un martirio que no termina de soltar: "Hoy como muchas otras veces me entere de cosas que dijiste, que hablaste, que tenían toda la intención de llegar hasta mí, desde que nosotros terminamos yo me di a la tarea de borrarte de mi vida, no de no saber nada de ti, y con todo y mi dolor te borre de todos lados, de mi teléfono, de mis redes sociales, de mis fotos, de todo, pero parece que nunca es suficiente tarde o temprano encuentras la manera de hacerme llegar tu desprecio hacia mí, y es que cada vez que me entero siento de todo, por más bien que vaya todo vuelve a doler, pero hoy no, hoy ya me

Hace un par de años atrás estuve en el mismo punto donde te encuentras ahora, sin saber qué hacer, con ganas de dar un paso atrás negándome a la realidad, haciendo de todo para regresar con mi ex, pensando que nada tenía sentido sin el a mi lado. Sobreponerte a esto lleva tiempo, lleva paciencia y mucho amor, pero sobre todo una entera decisión de seguir adelante, porque si algo te puedo compartir de mi experiencia es justo eso, los demás podrán estar ahí ser el mejor apoyo, podrás ir con el mejor psicólogo del mundo, pero si tú no tienes la entera decisión de rescatarte a ti mismo, nadie absolutamente lo hará. Porque fuiste tú mismo quien se metió en ese hoyo, porque fuiste tu quien le dio tanto poder a la otra persona para lastimarte, y eres tú solo tú el único que puede quitarle ese poder, quien puede derrumbar su imagen y dejar de idealizarlo, porque nada ni nadie que te haga sentir menos o no te ame merece tu amor. Pero salir de ello no es fácil, llegar al punto

Dicen que perdonar es uno de los mejores regalos que se le puede dar a una persona que ha fallado. Sin embargo, hacerlo supone tener una gran capacidad y una grandeza de espíritu. Quizás usted es de los que se ha cuestionado muchas veces ¿hasta qué punto se puede perdonar? Perdonar es una acción que continuamente debes practicar, porque a diario vas a estar expuesto a la ofensa y también puedes ser causante de ofensas. Cuando perdonas te conviertes en mejor persona, capaz de reconocer tus errores para pedir perdón, porque ya has experimentado en carne propia lo doloroso de las ofensas. Cuando no perdonas te paralizas, te secas, todo lo ves gris, sientes que todo el mundo quiere herirte y sin darte cuenta constantemente hieres a los demás, cuando no perdonas, sientes que todo se hace cuesta arriba, que es difícil avanzar. Por eso es importante perdonar, no por el ofensor, sino por ti, para que puedas continuar y disfrutar lo hermoso de la vida.