No vayas detrás de quien no te merece.
No vayas detrás de quien no te merece. No pierdas esfuerzos, tiempo y emociones en quien no te valora. En ocasiones, en la vida vale la pena dejarse llevar y permitir que te encuentren, que te descubran tal y como eres en toda tu grandeza y valor.
Hay quien reclama ser amado sin comprender primero que para que nos aprecien, es necesario saber amar. Las relaciones afectivas en ocasiones requieren unas pautas y unos principios elementales que sirven para protegernos. Para permitirnos crecer por dentro comprendiendo que si hay algo que nunca debemos perder de vista, es el amor propio.
Recuerda que tu número de teléfono está compuesto de los mismos dígitos y que, en realidad, no existe la falta de tiempo, sino la falta de interés. Piensa en que cuando alguien quiere o necesita de algo o de alguien es capaz de remover cielo y tierra para compartir aunque sea unos segundos.
1. No corras detrás de quien ya no desea estar a tu lado
Seguro que también tú habrás pasado alguna época en tu vida en que centraste todos tus pensamientos en una persona. En conseguir que se fijaran en ti, en seducir, en captar la atención de la persona que te atraía. Es normal y entra dentro de los esquemas habituales de seducción. Ahora bien, hay veces en que también vale la pena “dejarnos llevar”. Son muchas las personas que pierden gran parte del tiempo y de su propia autoestima soñando con algo que no puede ser ni nunca va a ser. En el momento en que seamos conscientes de que una persona no está interesada en nosotros desde el punto de vista afectivo, lo más saludable es asumirlo, y dejar ir. De hecho, también es necesario tener en cuenta esta idea en esas situaciones en que aún manteniendo una relación de pareja, nos damos cuenta que las cosas ya no funcionan. Que estamos perdiendo el tiempo y nuestra autoestima. No vayas detrás de personas que ya saben dónde te encuentras. No te sirve de nada pedir atención cuando ya no hay un afecto sincero, ni reclamar amor cuando ya no existe. Es una forma de autodestruirnos. Si la persona que te atrae tampoco te da respuestas positivas, deja también de “correr detrás de ella”. Deberás sanar esa herida, esa desilusión. No obstante, es mejor un “no” a tiempo que toda una vida de incertezas.
2. Permite que te encuentren, permite que te descubran
Con la idea de “dejar que nos encuentren” no estamos defendiendo en absoluto a nada relacionado con la ley de la atracción. No se trata en absoluto de esperar que las cosas aparezcan por sí solas solo con que las deseemos. En realidad, todo tiene una sencilla explicación: Para que te encuentren, debes encontrarte primero a ti misma Algo tan sencillo es un aspecto que no todo el mundo ha alcanzado todavía. Por ello, es necesario que comprendamos primero que antes de desear encontrar a una pareja ideal, debemos convertirnos en primer lugar en esa persona que merece ser encontrada. Conoce tus limitaciones, potencia tus virtudes. Acéptate tal y como eres, cultivando la autoestima y el amor propio. Disfruta de tu propia soledad. Las personas que temen estar solas buscan casi siempre relaciones dependientes, de ahí la necesidad de estar bien contigo misma, pensando que no necesitas pareja para ser feliz. Tú eres feliz con lo que tienes y lo que eres, y si aparece alguien en tu vida que encaja con tus esquinas, valores y proyectos, bienvenida sea. No obstante, el encontrar pareja no debe ser una necesidad vital. Lo primero es encontrar nuestro propio equilibrio.
3. Abre tu mente y protege tu corazón
Para permitir que te encuentren ya has cumplido ese primer paso: el del conocimiento interior y el amor propio. El segundo paso también requiere de unas dimensiones importantes. Deja atrás los fracasos del ayer. No mires a las personas con rencor pensando que van a herirte, que van a traicionarte. Tú no eres tus fracasos, tú eres un ser valiente que ha aprendido de cada cosa vivida y que mira el horizonte con esperanza. Abre tu mente a estas ideas, pero a la vez, protege tu corazón. No lo des a alguien con toda su grandeza, sin límites y sin control. Guárdate un buen “pedazo” para ti misma y no pierdas nunca las riendas. No lo des todo a cambio de nada ni priorices las necesidades de la otra persona por encima de las tuyas.
4. Dejar que te encuentren puede ser el principio de una buena historia
El permitir que te encuentren supone en primer lugar que alguien se va a fijar en ti en como eres, sin artificios. Te descubren en toda tu grandeza y te encuentran sin que tú tengas que demostrar cosas que no eres. Es un encuentro sincero, casual e íntegro. No hay nada forzado, nadie espera nada pero lo sueña todo. Son ese tipo de relaciones donde se debe juntar tanto la magia de la casualidad, como el encuentro de dos personas maduras que saben lo que quieren. Dejar que te encuentren supone iniciar un amor maduro y consciente, donde dejamos a un lado las etiquetas, los artificios, y nuestras historias anteriores. Algo tan sencillo como desprendernos de nuestros pasados, de nuestros miedos, inseguridades y carencias para permitirnos vivir el aquí y ahora en total confianza, nos va ayudar muchísimo. Las buenas historias pueden surgir de casualidad, pero no olvides nunca que para mantenerlas, hace falta que cultivemos cada día la confianza, el respeto, la pasión, la comunicación, y esa reciprocidad que se construye en esos pequeño detalles que en realidad, edifican vidas enteras.
Esa lectura para mi, consiste en un tesoro de amor. Gracias
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