TODO (NO) TERMINÓ, SILVIA SALINAS, JORGE BUCAY




En medio del desierto personal actual, se me aparece este libro con un título bastante sugerente, y es que realmente no todo termina. La autora toma como guía para el libro un cuento de Jorge Bucay, donde, después de una ruptura, todos los sentimientos se dan cuenta de ello excepto el amor, que por su propia naturaleza, piensa que aún hay solución. A partir de ahi surgen ideas combinadas junto a las propias vivencias de la autora, hasta concluir con algo tan trivial pero tan difícil de conseguir: una puerta se cierra, otra se abre. La vida sigue, no todo termina.

… dejar atrás a un compañero de ruta es a veces más difícil que no haberlo tenido nunca.

… hace falta más que el amor para sostener una pareja estable; hace falta que el otro, la otra, sea una descarga, un sostén y un motivo para el desarrollo personal de cada uno.

El único capaz de conseguir que el amor sobreviva cuando el dolor de una pérdida le hace creer que es imposible seguir adelante. El único capaz de darle una nueva oportunidad al amor cuando parece extinguirse […] es el Tiempo.

El duelo […] es un proceso, y esa palabra reúne dos conceptos fundamentales: el del cambio y el del tiempo. Ninguna otra situación vivencial es tan clara expresión de la idea de proceso que el momento de vivir un duelo. Crear un duelo no es olvidar lo perdido, ni despreciar lo que no está. Crear un duelo es ser consciente de lo que dejó en mí aquello del pasado y agradecer a la vida el haberlo encontrado, haberlo vivido aunque sea por el corto o largo tiempo que estuvo a mi lado. Crear un duelo no es hacer desaparecer la cicatriz, es encontrarme con ella casualmente al bañarme, acariciarla y darme cuenta de que ya no me duele al tocarla.

Es una incógnita escribir desde el sentir. Uno se pregunta: ¿Lo que para mí es tan significativo, lo será para alguien más?

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Todo no termino. PDF








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