El perdón es por nosotros, no por los demás.



Dicen que perdonar es uno de los mejores regalos que se le puede dar a una persona que ha fallado.


Sin embargo, hacerlo supone tener una gran capacidad y una grandeza de espíritu.

Quizás usted es de los que se ha cuestionado muchas veces ¿hasta qué punto se puede perdonar?

Perdonar es una acción que continuamente debes practicar, porque a diario vas a estar expuesto a la ofensa y también puedes ser causante de ofensas. Cuando perdonas te conviertes en mejor persona, capaz de reconocer tus errores para pedir perdón, porque ya has experimentado en carne propia lo doloroso de las ofensas.

Cuando no perdonas te paralizas, te secas, todo lo ves gris, sientes que todo el mundo quiere herirte y sin darte cuenta constantemente hieres a los demás, cuando no perdonas, sientes que todo se hace cuesta arriba, que es difícil avanzar. Por eso es importante perdonar, no por el ofensor, sino por ti, para que puedas continuar y disfrutar lo hermoso de la vida. Porque aunque algunos te han causado dolor, son más los que te han demostrado su amor y por ellos vale la pena continuar.

El perdón es un proceso independiente que no debe ser confundido con excusar, condonar, indultar ni olvidar. Según la APA, todos estos son, a la vez, procesos individuales que involucran otro tipo de concientización y no conllevan los mismos resultados. De este modo:


  • Excusar implica tomar la decisión de no responsabilizar a una persona o grupo por una acción. 

  • Condonar supone que no vemos la acción como negativa o inadecuada y que no consideramos necesario perdonar a su autor. 
  • Indultar equivale a absolver a una persona de los crímenes por los que había sido condenada, y le corresponde únicamente a una figura social representativa.
  • Olvidar es remover la ofensa del pensamiento.

EL PERDÓN DEBE SER VISTO POR QUIEN LO CONCEDE COMO UN FAVOR AUTODIRIGIDO QUE VIENE A OTORGAR BENEFICIOS INTERNOS, NO EXTERNOS.

El perdón ha sido, como el conflicto, un proceso fundamental en la historia evolutiva del ser humano, así como un tema de atención crítica, no siempre desde el plano científico, pero sí desde la reflexión y el análisis consciente.

A pesar de esto, ha sido cuestión de apenas una década el estudio profundo y sistemático de los factores que influyen en la consolidación del perdón y sus beneficios para quien lo otorga. Como resultado, hoy es posible saber a ciencia cierta que perdonar concede a las víctimas de una ofensa:


  • Una mejora en la salud física y mental.

  • Una restauración del sentido de empoderamiento personal.
  • Una posibilidad clara y sana de reconciliación entre el ofendido y el ofensor.
  • Una sensación de esperanza por la resolución de un conflicto.
  • Un cambio positivo en el esquema afectivo.

Comentarios

  1. yo quiero dejarlo ir pork me hace daño seguir recordando lo k fue y cuando me engaño dejo de ser lo k para mi corazon era pero duele mucho.

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