Lo que aprendí al terminar con mi ex




Me costó tiempo y trabajo recuperarme de aquella separación. Busqué ayuda de especialistas y me comprometí a cambiar mi forma de pensar.

Fantaseaba con una relación que solo había existido en mi MENTE.

Yo pensaba que existía en mis recuerdos, pero no era así. Nada de lo que yo extrañaba era real. Y en esta gran fantasía, de todo lo que extrañaba, lo que más extrañaba era a mí misma estando feliz. Pero la verdad es que yo no había sido feliz en aquella relación. Yo había fingido ser feliz en situaciones en las que no era.

Había mentido (INCLUSO A MÍ MISMA) al decir que mi tristeza se debía al haber perdido aquella relación que me hacía tan feliz como nunca lo volvería a hacer y lo peor de todo, había relacionado mi futura felicidad a la única posibilidad de recuperar aquella relación en la que había fallado.

Sí, yo quería otra oportunidad para lograr la ‘bella y feliz relación’ que insistía que debía existir con mi ex.Pero eso parecía más algo como una oportunidad para asistir a una obra de teatro, que una oportunidad para volver a aquella relación. Porque mi fantasía ideal era muy distinta a la realidad. Fue cuando por fin llegue a este estado que aprendí lo verdaderamente importante.

Aprendí que había estado equivocada. Había estado ciega.Nada de lo que pensaba hasta ese instante era en realidad la lección más importante de todo lo que aprendí al terminar con mi ex. Lo verdaderamente importante es que todo lo que me imaginaba lo asumía desde el punto de vista de él. Cuando lo correcto era verlo desde mi realidad.

¿Pero cuál era mi realidad?

Me había equivocado al darle a mi ex el poder absoluto de definir lo que era ideal.

Es cierto, al terminar con mi ex aprendí que no era tan bonita ni tan inteligente, pero únicamente según sus conceptos. Eso no significaba que fuera absoluto o cierto, y si habían, o no, cientos de mujeres mejores que yo, posiblemente era cierto. Al igual que hay cientos de hombres mejores que él.

Sin embargo, ¿No se trata el amor exactamente de eso? De ver a tu pareja como lo más maravilloso. De conocer todo sobre tu pareja y amarlo por entero.

Al pensar de esta forma me di cuenta que había estado equivocada al pensar que compartíamos la definición de amor ideal.Te confieso que todo lo que aprendí al terminar con mi ex lo aprendí a lo largo de un largo proceso.

Pero solo lo que llegó al final es lo que vale en realidad. Aprendí que todo lo que quiero recibir me lo debo dar yo misma. Aprendí que puedo esperar que venga alguien más y que me dé el amor que yo no soy capaz de darme.

No puedo culpar a otros de los sentimientos que yo tengo. Ni puedo esperar que el mundo entero cambie para yo poder sentirme bien. Pensé también en los cientos de veces que me sentí frustrada con él y me di cuenta que jamás había sido sincera. Ni con él, ni conmigo misma.

No le había dicho lo que yo quería o necesitaba de la relación así que no podía juzgarlo a él por no dármelo.Tampoco estaba tan segura de lo que quería y por eso no entendía ni mis propios sentimientos. Y al final de todo, concluía que él no me había dado lo que yo esperaba.

Pero curiosamente, a pesar de ese sentimiento; yo me quedaba a su lado. Acepté que me había conformado con menos de lo que yo deseaba. Algo muy fácil de verlo y de decirlo pero muy difícil de comprender.


¿Que por qué me conformé con menos?

Esa es una excelente pregunta.

Pienso que me conformé con menos por dos motivos esenciales

El primero porque no sabía claramente qué era lo que yo deseaba.

Es decir no tenía límites o estándares mínimos para definir una buena o mala pareja.

Solo aceptaba lo que venía con el tiempo y lo valoraba favoreciendo a la comodidad del otro.

El segundo motivo es porque yo no me imaginaba a mí misma como merecedora de algo más grande.

Por algún motivo me castigaba a mí misma conformándome con menos.

Hoy por hoy por fin me siento bien.

Ahora sé que lo más importante que aprendí al terminar con mi ex es que nadie puede darme más de lo que yo misma me doy.

Ahora ya no espero que mi ex regrese a devolverme toda la felicidad que perdí cuando se fue.

Todo lo contrario, ahora soy yo la me doy mi propia felicidad.

Ahora tengo mucho, muchísimo más para compartir.

Y quieres saber qué es lo más curioso de todo esto

Que justo ahora que estoy bien.

Ahora que aprendí a ser feliz conmigo misma y que tengo una vida para compartir.

Ahora es cuando regresa mi ex…

Por suerte en el proceso aprendí que con él no tengo la relación que deseo para mí.

Y que junto a él no soy la mujer que quiero ser.

Así que ya no tengo interés en volver con él.

Ese entre otros cientos de motivos que tengo para no volver con mi ex.


De ahora en adelante solo tendré interés en aquello que sé que es lo mejor para mí y espero que tú hagas lo mismo.”


Fragmendo del libro: Siguiente capitulo.

Autor: Mariela Sánchez

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

Divorciada, sola y feliz

11 frases de Mario Benedetti para un corazón roto

Para curar una herida, debes dejar de tocarla