Lo que no resuelves, tarde o temprano regresa a ti



La Roca en el Camino



En un reino lejano, hubo una vez un rey que colocó una gran roca en medio del camino principal de entrada al reino, obstaculizando el paso. Luego se escondió para ver si alguien la retiraba.

Los comerciantes más adinerados del reino y algunos cortesanos que pasaron simplemente rodearon la roca. Muchos de ellos se quedaron un rato delante de la roca quejándose, y culparon al rey de no mantener los caminos despejados, pero ninguno hizo nada para retirar el obstáculo.

Entonces llegó un campesino que llevaba una carga de verduras. La dejó en el suelo y estudió la roca en el camino observándola. Intentó mover la roca empujándola y haciendo palanca con una rama de madera que encontró a un lado del camino, después de empujar y fatigarse mucho, finalmente logró apartar la roca. Mientras recogía su carga, encontró una bolsa, justo en el lugar donde había estado la roca. La bolsa contenía una buena cantidad de monedas de oro y una nota del rey, indicando que esa era la recompensa para quien despejara el camino.

El campesino aprendió lo que los otros nunca aprendieron:

Cada obstáculo superado es una oportunidad para mejorar la propia condición.

Todos en la vida en algún momento encontramos obstáculos que no nos permiten avanzar como solíamos hacerlo, recuerdo que cuando me separe algo que me causaba mucho conflicto era que quería volver  a mi rutina habitual, preparar el desayuno, hacer las compras, todo lo que implica una casa y cuando perdí todo ello no le encontraba sentido a seguir, tenía miedo a hacer las cosas diferentes, mi pérdida era mi roca en el camino.

Y todos tenemos maneras distintas para solucionarlos, la gran mayoría de las personas solo esquivan la roca del camino y siguen adelante, pero la roca ahí sigue y está en su propio camino, hay quienes culpan a su roca es decir a sus exparejas por el abandono, porque no funcionó la relación, etc.

Y hay quieres nos quedamos a trabajar en la roca, que aceptamos que sino la quitamos del camino tarde o temprano tendremos que volver a pasar por ahí y decidimos dedicarle un rato a quitarla de ahí, sufriendo el dolor de moverla, a veces nos sentamos sobre ella a contemplarla y descansar un poco pero nunca perdemos el objetivo de vista, quitarla de ahí y con todo y el dolor que provoque usamos todas las herramientas a nuestro alcance hasta que lo logramos y tal vez no encontremos un puñado de oro al quitarla pero la mayor recompensa que se puede tener es lograr la paz en uno mismo, volver a dormir, volver a sentir y sentirte tan bien contigo que no tengas miedo de volver a enamorarte porque sabes que eres capaz de volver a levantarte una y mil veces.



Recuerda que Esquivar los problemas, buscar "culpables" o simplemente quejarnos no solucionará nada, y la "roca" seguirá estando allí. Afrontar los obstáculos, actuar, esforzarse.. es lo que nos hará crecer como persona.



Y tú, ¿qué quieres hacer con tu piedra?

Con amor:

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