Me prometí a mí misma no volver atrás




Ella permitió muchas cosas en su vida. Creció con un padre autoritario y una madre sumisa, que a veces se defendía y otras tantas se quedaba callada. Ella creía que no tenía muchas opciones en la vida para defenderse, le enseñaron que la palabra de los hombres valía mucho y que cuando papá daba una orden había que obedecer sin siquiera opinar o pensar.

Sin embargo, a pesar de todo ello, sus padres le dieron la mejor herramienta que se le puede dar a un hijo: estudios. cuando inicio la secundaria y aprendió sobre la naturaleza humana, los roles y género y la posición de la mujer, comenzó a cuestionarse muchas cosas a las cuales jamás habría cuestionado, comenzó a hacerse preguntas, pero seguía bajo el mando de su padre. Pero la idea ya estaba en su mente, sabía que nadie puede oprimirte y que tenía derechos, y por más que te digan cosas en casa cuando tu mente se abre no hay nada en absoluto que pueda cambiarlo, y eso fue un dolor de cabeza para sus padres cuando "la niña" comenzó a revelarse, pero nunca fue suficiente, siempre terminaba cediendo ante sus padres.



Creció, tuvo algunas relaciones de pareja poco prometedoras, ella solo quería experimentar pero nunca se había enamorado en realidad, un día lo hizo, conoció a un hombre al cual idealizo por completo obviamente bajo sus ideas de respeto hacia la mujer, y un día se casó con él, y como por arte de magia sin darse cuenta en cuestión de poco tiempo se parecía cada vez más a su madre, un día se defendía pero la mayoría se quedaba callada, ella no sabía cómo decir que no, cedía ante cosas que nunca debió ceder pero de alguna manera "se sentía bien" porque claro se sentía como en casa, su pareja parecía increíble ante sus ojos a pesar de los daños ella creía ser feliz.

Pero dicen que tarde o temprano las cosas caen por su peso, y un día descubrió que su pareja la engañaba, ella no se fue, quiso luchar como su madre lo haría, y paso el tiempo fungiendo que todo estaba bien aunque se sentía rota por dentro, y más tarde volvió a ocurrir su pareja le rompió el corazón por completo pero esta vez ya no había más por que luchar todo estaba roto, él la abandono, ella se sintió morir y creía que lo había perdido todo, ni si siquiera tuvo la fuerza para volver a luchar, ni siquiera pudo ponerle un alto a las agresiones, ella no sabía decir no.

Tuvo un cuadro depresivo no sabía cómo seguir, hasta que un día se cansó, dejo de mendigar un amor que no existía, tomo sus pedazos rotos, recogió todas sus cosas y se fue lejos, lejos de todos, de su familia, de su expareja, de sus amigas, y se prometió a sí misma no volver atrás, no volver a permitir que nada ni nadie la insultará, ni siquiera su propio padre, pues a pesar de todo lo inculcado en casa entendió que sino ponía fin a esa relación toxica todas sus relaciones volverían a caer sobre lo mismo.



Ella no se espero a que ningún príncipe la rescatara, sabia perfectamente que si no lo hacia sola nunca nada cambiaría. 

Dijo basta, no necesito más de esto, ella aprendió a seguir adelante y sobre todo y lo más importante: a decir NO GRACIAS, esto no es lo que quiero.

Nunca es tarde para comenzar de nuevo, si no sabes cómo salir de relaciones toxicas pide ayuda, no tienes por qué hacerlo sola, pero el primer paso es aceptar que lo estás viviendo, no te dejes para después, eres lo más importante que tienes...

Con amor: 


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Para curar una herida, debes dejar de tocarla

Divorciada, sola y feliz

11 frases de Mario Benedetti para un corazón roto