Mereces ser feliz




Deja de pensar que no lo mereces, deja de creer que los demás son más importantes que tú, deja de poner a otros como tu prioridad, me encantaría decirte que tu felicidad va a llegar a través de otras personas y que los demás un día te harán sentir mejor, pero la verdad es que no es así, uno es feliz en medida que se lo cree, que se respeta y se da a respetar.

Mereces ser feliz, solo necesitas darte cuenta de lo valiosa/o que eres, dejar de mendigar amor en los demás y empezar a dártelo tú mismo, hace un tiempo encontré estás líneas en Facebook:

“Te mereces a alguien que no tenga miedo de sostener tu mano, alguien que se interese por las cosas que haces. Te mereces a alguien con quien el silencio no sea incómodo, alguien sensato, que haga locuras para verte feliz. Te mereces a alguien que pueda abrazarte y juntar las piezas rotas, alguien que no tenga miedo de caer contigo. Te mereces a alguien, corazón. Y cuando por fin lo tengas, sonríe, que a fin de cuentas te lo mereces”.



Y suena tan lindo, pero tan falto de realidad, nos incita a la esperanza, a la esperanza de que alguien más venga a rescatarnos, podemos incluso imaginar que sucede, que encontramos a esa persona mágica y sana todas nuestras heridas y nos sentimos plenos y felices, y me pregunto, ¿qué pasaría si un día esa persona decide irse de nuestro lado? por las razones que fuesen, nos encontraríamos otra vez sumergidos en la tristeza, porque nos agarramos de una felicidad prestada, una que no nos pertenecía a nosotros, nos engañamos creyendo que el otro tenía que curarme.


Y es que cuando nos rompen el corazón, no queda de otra que tomar tus propios pedazos y reconstruirlo tú mismo, vivir tu ciclo, aceptar la pérdida siempre consciente que la vida no admite representantes, y que tendrás que recorrer el camino de la reconstrucción de ti.

 Mereces ser feliz sí, pero para ello tendrás que recorrer el camino de la tristeza, de las pérdidas, que te ayudarán a encontrarte y a ser una mejor versión de ti, para construir relaciones más sanas y duraderas, porque imagínate que tan feliz puedes ser cuando has trabajado en ti y eres dueño de tus emociones, y conoces a una persona maravillosa con quien compartirla, entonces no dependerás de esa persona, solo compartirás lo que ya tienes, lo que tú ya construirte y no tendrás miedo a perder, y curiosamente cuando amamos en libertad, cuando el otro no se siente una posesión es cuando tenemos relaciones más duraderas donde no nos necesitamos para nada, pero nos queremos para todo.



 Aprender a estar contigo, porque en los momentos más cruciales de tu vida es cuando más necesitas de ti para poder lograr toda la felicidad que siempre has deseado y no te quedes con una felicidad prestada.


Con amor:


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