Aprendí a no estar para quien me quiere cuando quiere

Seamos realistas, así como hay personas que nos aman, también hay personas que solo nos buscan cuando nos necesitan y muchas veces no sabemos cómo ponerles un alto, nos da miedo decirles algo y que se molesten y al final perderlas, pero me pregunto ¿realmente esa persona está para ti? entonces si te atreves a confrontarlo no tienes nada que perder y sí mucho que ganar.

Existen dos posibilidades al confrontar a alguien que solo nos utiliza, el primero es que se haga consciente y acepte que te está usando y se dé cuenta de lo importante que eres y en un acto de conciencia tenga un cambio real, pero en la mayoría de los casos ocurre lo contrario, lejos de entenderlo se ofenden y se alejan de ti, pero en esa opción también ganas, ganas librarte de alguien que no te quiere y solo te lastima.

Y después de tanto uno aprende:

Aprendes a irte de las personas que no te quieren, a no regalarles un minuto más de ti, y a valorar a quienes te quieren te aceptan y respetan.

Aprendes a irte del dolor que te causan con su agresividad y su indiferencia.

Aprendes a no estar nunca más para quienes no tienen tiempo para ti, la vida te enseña que solamente vale la pena rodearse de personas que te hacen sentir en paz contigo y te alejas de todo aquello que te destruye, porque por más que queramos a alguien uno se cansa, se cansa de llevar sobre la espalda el peso de relaciones tóxicas que lejos de hacernos sentir plenos solo nos alejan de nosotros mismos, uno aprender a valorar su paz, su tranquilidad, porque tarde o temprano el amor propio tiene que surgir, cuando la vida te ha dado tantas lecciones te sientes responsable de cuidar tu tranquilidad y no le das permiso a las personas de hacerte más daño.

Porque al final de cuentas como lo dice esta frase:

Uno pertenece a donde:
 se le quiere
se le ama
y se le respeta.

Y aprendes que no quieres en tu vida a personas que solo están contigo cuando quieren.

Con amor:


Comentarios

Entradas más populares de este blog

11 frases de Mario Benedetti para un corazón roto

¿Cómo ser feliz? Los 10 consejos de Aristóteles

El amor se va (pero siempre vuelve)