Si no quiere ver, no le enciendas la luz


Nos rompemos a nosotros mismos por salvar a otros, no sé en qué momento pensamos que somos salvadores, y que el otro depende de nosotros, nos aferramos a la idea de que podemos hacer que cambie y que muy seguramente para eso llegó a nuestras vidas, "para ayudarlo a salir".

Pero la verdad es que nadie que no quiere ser rescatado va a cambiar por más empeño que le pongas, en dado caso terminarás igual de roto tratando de sanar un corazón que no te pertenece.

No te digo que no te preocupes por los demás, sino que aprendas a diferenciar entre ayudar a quien necesita ayuda y a quien ni siquiera le interesa, porque cuando una persona no quiere levantarse ni, aunque te pongas de cabeza vas a poder hacer algo por él.

Nadie puede ayudar a quien no quiere, nadie puede cambiar el mundo del otro si este no está preparado para ello, porque el cambio solo surge de una necesidad personal, de una necesidad de transformación que es única e intransferible.

Se que le quieres, sé que es importante para tu vida, pero no puedes prenderle la luz a alguien que no quiere ver, porque en dado caso solo lograras que te insulte y estará en todo su derecho puesto que le estas mostrando algo que no quiere ver y que muy probablemente le lastime si lo enciendes.

Lo único que podemos hacer por el otro es decirle lo que pensamos y respetar su decisión, acompañar en el silencio y dejar que tome su propio camino, porque es su camino y no el tuyo.

Respeta su dolor, sus decisiones, sé que te duele verlo equivocarse, pero nadie aprende sino se equivoca, porque es el dolor lo que lo ayudara a encontrar su camino.

Pero no te quedes a esperar que cambie, acompaña cuanto puedas, pero no te quedes ahí por siempre, continua con tu camino, y si en algún momento decide despertar tal vez te alcance, pero siempre recuerda que las personas son compañeras de ruta no el camino.


Con amor:



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