Carta de una mujer sin hijos en el día de las madres



Uno aprende a vivir con lo que la vida le dio.

No me gusta hablar mucho de este tema porque me pongo un poco sentimental, pero siempre he creído que escribir lo que uno siente ayuda a aliviar el alma, y a terminar de sacar lo que uno cree que ya no duele.

Hace algunos años me embarace, y me enteré que estaba embarazada el mismo día que me dijeron que tenían que sacarme el producto de urgencia, ni siquiera tuve tiempo de procesar la primera noticia, solo recuerdo que me hicieron un ultrasonido y lo vi. Llore mucho, no entendía nada, yo de hecho ni siquiera quería embarazarme pero ahí estaba y sentí de todo en ese instante. Me hicieron una cirugía muy parecida a una cesárea que me dejó una cicatriz que nunca me dejará olvidar ese momento, sin embargo continué con mi vida y un año después mi matrimonio terminó.

Y decidí escribir esto porque sé que al igual que yo, muchas mujeres pasan un día difícil, en un día que suele ser tan especial para otras, muchas veces lloramos en silencio, otras nos disfrazamos de sonrisas para fingir que todo está bien, cada una procesa el duelo como mejor puede.

Es complicado hablar de este tema con los demás, y de hecho nadie nos obliga a hacerlo, pero uno se cansa de escuchar que deberías volverte a embarazar, te rompen por dentro cuando te dicen "las cosas pasan por algo" wow! Por favor pónganse en los zapatos de una mujer que perdió a su hijo, lo primero que piensas es: ¿soy tan mala opción para ser madre que mejor la vida se lo llevó? No lo hagan por favor.

Así como hay mujeres que no se rinden y siguen intentándolo, hay quienes, si lo hacen, algunas porque ya no se puede y otras porque simplemente no quieren hacerlo.

Y esto es para ti que al igual que yo llevas un ángel en tu corazón:

Sabes bien que nunca vas a olvidarlo, siempre será parte de ti, sabes bien que ese dolorcito siempre estará ahí pero vaya que si se puede seguir adelante, siempre se puede. Algo que me costó mucho entender es que independientemente de la razón por la que tuvo que irse, sé que no vino aquí para hacerme sufrir ni dejarme sufriendo con su partida, ese ser que estuvo en mi vientre no puede ser otra cosa más profunda que un acto de amor, y el amor viene a nosotros para dejarnos cosas hermosas, y aunque yo no pude abrazarlo, el sí me abrazo a mí por dentro dejándome su amor impregnado en lo más profundo de mi ser.

Cuando entendí esto, decidí honrarlo, honrar su presencia y su partida en mi vida. Y como alguna vez lo leí, aprendí a darle un lugar en mi corazón, hacerle un altar en mi alma, uno que no me paralice, uno que me recuerde su pequeña existencia, y que su presencia en mi vida fue para recordarme que soy capaz de dar vida y amor, y quizás no de la misma manera en que en algún momento soñé en hacerlo.

Curiosamente después de que me divorcie y comencé a levantarme empecé a trabajar con niños y pude volver a sonreír, no soy madre, definitivamente no, pero vivo rodeada de niños en el trabajo y a cada uno de ellos le doy lo mejor de mí.

 Definitivamente creo que cuando uno crece en su dolor aprende a vivir con lo que la vida le dio y a mí no me dio hijos, pero me dio la oportunidad de ser parte del crecimiento de miles de niños, porque decidí amar al mío aliviando el sufrimiento de los otros niños a través de mi pasión en la vida que es mi carrera.

Vive tu duelo, llora, pero que esas lagrimas que tienes sea para limpiar tu corazón del dolor y puedas honrar su existencia y su partida como un acto de amor que él se merece.


Con amor:




Comentarios

  1. Solo hasta que pasa por un momento así entiendes el sentir de los demás. Yo por mucho tiempo decidí no ser madre y cuando la vida te pone a prueba dije ok está bien. Pero solo estuvo conmigo 3 meses en mi vientre y al igual que tú viví la peores de la experiencia compartir un cuarto de hospital con mujeres a las que les llevan su bebé recién nacido y yo aún lado con un vacío inmenso en el corazón. Hoy soy conciente de mi vivir y al ser maestra doy al máximo mi cariño y protección a mis pequeños.
    Y ha seguir viviendo con plenitud.

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

Estoy entre mis ganas de tener pareja y amo mi soltería.

Divorciada, sola y feliz

11 frases de Mario Benedetti para un corazón roto