Me hubiera gustado que fueras tú
Después de todas mis heridas, enamorarme no era una opción. Estaba completamente convencida que el amor de pareja no era para mí, al menos por una larga temporada, y la verdad es que sí me lo tome muy enserio durante mucho tiempo; evite todo contacto con chicos que me gustaban para poder vivir mi tiempo a solas.
Pero como todo, hay un momento en que las cosas suceden, y entonces te conocí a ti. Me di cuenta que teníamos muchas cosas en común, que eras un chico
muy inteligente y en lo físico eras exactamente como a mí me gustan los chicos; alto, varonil, todo el atractivo que quiero.
Comenzamos a salir y yo hice caso omiso de la voz en mi cabecita que
me susurraba mi anterior promesa, pero no podía evitarlo estaba completamente
perdida. Entonces hice una tregua con mi soledad y me prometí "solo
disfrutar el momento".
Pasó que después de un tiempo, después de las llamadas y los mensajitos
diarios de pronto desaparecieron. Yo estaba confundida y entonces cuando
nos veíamos trataba de averiguar si todo estaba bien y sí. Seguías siendo el
más romántico del mundo, así que no le di importancia, hasta que noté que solo ocurría
cuando nos veíamos y cada vez lo hacíamos menos.
Entonces inicio la angustia, esa que te deja un huequito en el estómago
y te hace dudar de todo, hasta que me hiciste ver que lo nuestro no existía. Solo eran momentos pasajeros de cariño, pero nunca me pediste que tuviéramos
una relación ni yo tampoco dije nada.
En medio de todas mis emociones recordé que cuando me rompieron el corazón
me prometí a mí misma que esto no lo volvería a permitir, porque se cuánto
duele. Me había jurado que mi amor propio sería más grande que cualquier otra
persona, porque había entendido en aquella ocasión que si no me quiero yo
primero, nadie me va a querer como merezco.
Y no voy a mentir, por muy segura que estuviera de lo que tenía que
hacer debo admitir que fue profundamente doloroso. Dejarte ir fue muy triste
porque realmente quería que fueras tú con el que yo podría compartir mi
felicidad y no fue así.
Pero para poder aceptarlo me toco ser realista conmigo. La verdad es que
te idealicé cuando nos conocimos y tú no me decepcionaste; realmente fuiste así
desde el principio, pero yo cubrí eso con auto-engaños para no ver las cosas
como realmente eran.
Recordé una frase de Jorge Bucay que había escuchado hacía tiempo:
“Si lo que ves se ajusta a medida, con la realidad que a ti más te
conviene…. ¡DESCONFÍA DE TUS OJOS!
Estaba tan temerosa de mi soledad que me enamore del primer hombre que me volteo
a ver.
Y sí, me hubiese gustado que fuera él, porque es más fácil depositar en
el otro mis necesidades que aceptar que aún tienes cosas por sanar.
Pero lo cierto es, que la vida no admite representantes y los demás no
pueden cubrir mis necesidades porque solo son mías. En dado caso los utilizaré para llenar el vacío, pero solo será de forma momentánea porque tarde o
temprana los asuntos no resueltos siempre vuelven.
Así que mi mensaje para ti es que si estás pasando por una situación
así, donde sabes que no te aman como mereces, debes recordar que muy
probablemente esa persona ni siquiera te quiere. Solo eres tú, tratando de
llenar con otra persona lo que sabes bien que solo tú puedes sanar; si no
puedes hacerlo solo, siempre existirá la ayuda profesional, uno no puede
curarse solo a veces y eso también está bien.
Con amor:
Lindas palabras, yo estoy pasando por lo mismo pero no sabia como expresarlo, y ahora leer estas palabras es como verme reflejada en este escrito, muchas gracias por decir lo que a veces no somos capaces de aceptar o expresar 🥺
ResponderBorrarUfffff... El espejo de mi historia. Estoy trabajando en ella. Gracias por esto!!!
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