Para que seas bonita "tienes que sentirte bonita"
Hoy quiero contarte un poco de mi historia, pienso que así entenderás
mucho de porque existe este blog y porque me empeño tanto en ayudar a las
personas que como yo pasaron por una ruptura de pareja, que lejos de ser una
simple ruptura se transformó en algo profundamente más doloroso.
Y es que cuando uno deposita
toda su vida en una sola persona apuesta a perderlo todo. Pero vaya, a nadie le enseñaron a amar, ni sobre los riesgos que implica la codependencia, o que pueden
llevarte a situaciones extremas al grado de sentir que sin esa persona tú no
vales nada.
Solía ser una chica vanidosa,
me encantaba arreglarme, usar tacones altísimos, verme radiante, y hacer todo
lo que quería. Cuando me case, en algún momento deje de hacerlo; mi, en ese
entonces, esposo comenzó a decirme que usar tacones solo me mostraba mis
complejos así que deje de usarlos. Él me decía que no es necesario arreglarse tanto, que hay que ser auténticos, salir en jeans y tenis a la calle, sinceramente no
encontraba error en ello. Pensé que tenía razón hasta que poco a poco deje todo
de lado, incluso deje de cuidar mi dieta porque el odiaba las dietas, detestaba
ver a sus hermanas todo el tiempo cuidando lo que comían, y pues yo no quería
ser lo que él más odiaba.
Me transforme en una señora de
la noche a la mañana, solo me ponía mis jeans, una playera y una pinza en la
cabeza. Mi look de mil colores se volvió negro con azul, pero no me importaba
porque él me amaba y con eso me bastaba. También deje mi trabajo porque era en
otra ciudad, eso a él no le gustaba; quería que buscara algo cerca de él, pero jamás encontré un trabajo feliz, por lo que terminaba
renunciando a todo. Poco a poco empecé a temerle a trabajar y me auto-saboteaba hasta renunciar.
Nunca podré olvidar que un día
viaje a ver a mi familia y mi hermano me dijo "¿Oye, te has dado cuenta de
lo que estás haciendo con tu vida?" solo lo mire y él continuo, "dejaste tu
trabajo, eres una profesionista y, ¿para qué quieres un título? mira tu cuerpo
¿has visto cuanto has subido de peso? ¿eres feliz?"
¡Wow, me moleste tanto! y solo
atine a decirle que la vida a veces cambia, que me había casado y esa era yo
ahora. Lo primero que hice al volver a casa fue contarle a mi ahora, ex esposo, le pregunté si era cierto eso, él muy molesto me dijo que no, que eso era una
mentira, que no le hiciera caso, y bueno si el me decía eso debía ser cierto,
así que decidí omitirlo aunque dentro de mi algo me carcomía.
Pasó el tiempo, debo decirte
que nosotros jamás peleábamos, él era el esposo perfecto, me complacía en todo,
era amable, atento, bueno "mi príncipe", en cambio yo era la enojona. En fin,
unos meses antes de que todo terminara lo empecé a notar raro, lo cuestionaba y
me decía que estaba loca. Luego me dijo que estaba molesto porque yo no
trabajaba, de repente un día así sin más, me dijo que ya no me amaba y
que quería que me fuera. Por su puesto fue un golpe mortal y yo como buena
codependiente me fui.
Pero en mi afán de que "era el amor de mi vida" volví. Solo puedo decirte que fue para darme la
estocada final, sus palabras me destruyeron por completo; se portó super dulce,
paso todo, cuando estaba por irme me miro y me dijo que debería cuidarme, hacer más
ejercicio "Ponte buenota".
Sacarme sus palabras de la
mente no ha sido fácil. Mirarte a ti misma y no sentirte bonita porque alguien más
te lo dijo, en verdad es lo más terrible que te puede suceder. Subí de peso increíblemente,
y no permitía que ningún chico se acercara.
Hoy puedo contártelo sin
derramar una sola lagrima, pero créeme no fue fácil lidiar con ello. Porque
cuando una mujer ha declinado en su propia belleza, no hay persona que pueda
hacerte sentir bonita, ni mil hombres juntos. Para que tú seas bonita
"tienes que sentirte bonita".
Entonces un día comencé a
salir con chicos, pero saboteaba todas mis relaciones, muchas no duraban más
de un día. Me toco llorar y llorar para darme cuenta, que esos chicos no era
malos, que esos chicos no me dejaban. ¡No! por supuesto que no.
El problema era yo, ¡Siempre
fui yo! desde que decidí dejar de luchar por mí y depositar mi felicidad, mi
vida y mis decisiones sobre una persona, cuando la única que debía tener ese
control soy yo.
No me considero una víctima de
un patán, me considero una víctima de mí misma, de mis idealizaciones y mi
falta de amor a mí misma, siempre fui una hija amada, no había razón para caer
así y aun así lo hice.
Hoy quiero decirte a ti, que
estás pasando por algo similar, créeme nadie, absolutamente nadie va a poder
sacarte de esa idea. La responsabilidad de aceptarte, amarte y respetarte
reside solo en ti, nadie podrá ver tu belleza si antes no la ves tu primero. Te pido y te digo, amate, quiérete, respétate, cuida tu cuerpo, no por
satisfacer a otros, hazlo por ti y para ti. Las relaciones un día terminan,
pero lo que te dejan jamás, así que asegúrate de que si un día alguien te dice
que no eres bonita, esa idea se quede solo en su cabeza y no en la tuya.
Amate tanto que no te des
permiso de quedarte al lado de alguien solo porque te volteo a mirar y te dijo
que te ves linda. No le des ese poder a nadie que no seas tu misma; las chicas
tenemos una particular manía de depositar nuestra belleza en los demás, en lo
que nos dicen que somos. Si te das cuenta una mujer puede llegar a descuidarse
por completo y un día de la nada cambiar todo para volverse la mujer más hermosa
del mundo.
Pero tener la capacidad de
retomar todos tus pedazos rotos, armarte de nuevo, y renacer como el ave fénix
te da el suficiente valor para ser la mejor versión de ti.
Si te has dado cuenta que te
estás saboteando, es hora de hacer algo por ti. ¿Te gusta ese chico? inténtalo,
¿qué es lo peor que puede pasar? que fracase... Bueno... ya te has levantado
antes, y si cada herida nos hace más fuertes imagínate en todo lo que puedes
llegar a transformarte.
No le tengas miedo al amor, has
del amor parte de ti, eres amor y mereces amor, así que ve por todo y muéstrale
a ese chico que te gusta lo que tienes para dar, y déjate querer.
Me encantó!
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