Lo que sucede cuando termino una relación y aún sin sanar me involucró en otra
Uno no puede ir por
la vida sin dolor. Lo que podemos hacer es elegir el dolor que la vida nos
presenta.
(Bernie S.
Siegel)
Esta es la historia
de miles de personas que al terminar una relación de muchos años o que fue muy
significativa, inmediatamente se enamoran de alguien más. Como un
acto de magia, comienzan a idealizar a la nueva pareja y a decir muchas veces
que "el destino lo quiso así para que se encontraran". Se inventan un montón de historias para justificar la nueva relación; y no es que quieran que el mundo lo entienda, sino que tratan de engañarse a ellos mismos con
un argumento barato.
Y es que como dice
C.S. Lewis "Nadie me dijo jamás que el duelo se siente como el
miedo". La verdad es que
cuando no se es capaz de aceptar el dolor tras la pérdida; cuando no se sabe estar solo y se tiene miedo de lo que se viene te acobardas y en lugar de aceptar el dolor,
decides anestesiarlo depositándolo en alguien más.
Por mucho que la
relación no fuera funcional, todo ciclo necesita su cierre, para entender, para
terminar de soltar, para mentalizarme que todo terminó. Necesitas tiempo para ti,
para volver a estar a solas, para recuperar tu espacio y recordarte a tí mismo
que eres una persona completa. Hacer conciencia de lo que viviste y establecer
acuerdos contigo mismo, con lo que aprendiste de esa relación y con las cosas que
no quieres volver a repetir.
Necesitas recuperar tu centro, y al involucrarte con alguien más, no solo estás evadiendo tu realidad,
sino que estas haciéndole daño a la otra persona usándola para tapar una
herida. Una herida que tarde o temprano saldrá a flote; he visto a muchas
personas durar años con la nueva pareja y un día de repente quebrarse porque no
son felices, porque no se dieron tiempo para estar bien.
El duelo suprimido
sofoca. Hace estragos dentro del pecho y este forzado a multiplicar su fuerza
(Ovidio).
No importa si tú ya
no querías a tu ex-pareja, el simple hecho de comenzar de nuevo requiere de su
tiempo y su espacio. Dejemos de ser cobardes, de depositar en el otro la
responsabilidad de sanarme para no enfrentar mis demonios.
La vida no solo se
vive en pareja,
uno no nace para estar con alguien,
enamorarse es parte del camino,
pero no es el camino.
Aprende a estar
contigo, a quererte, a valorarte; porque si no lo haces, sangrarás sobre
personas que no te hicieron daño y esa será tu responsabilidad, pues aún en
conciencia de no haberte dado tu tiempo decidiste estar con alguien más.
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