Todos deseamos ser elegidos


La vida puede dividirse en diferentes etapas, dependiendo de lo que necesitemos en ciertos momentos. La soledad, por ejemplo, es un momento muy significativo para poder desconectarnos un rato del mundo y volver a nosotros mismos, acomodar nuestros pendientes personales y construir lo necesario para seguir adelante.

Pero siempre existe un deseo de ser encontrados, de ser amados y elegidos...

Los seres humanos somos seres sociales, necesitamos del otro para confirmar nuestra existencia, para tener con quien compartir nuestras alegrías y nuestras penas, y siempre estamos en esa búsqueda, de encontrar personas que nos hagan sentir pertenecientes.

Sucede que, mientras avanzamos en esa búsqueda nos tropezamos con personas que no son lo que buscamos; y cada vez que nos llevamos una decepción el miedo se hace más grande y una parte de nosotros nos hace creer que probablemente no existe en la vida nadie que nos entienda ni con quien podamos ser y nos sentimos: vulnerables.

Vulnerables sí, que compleja palabra cuando no sabemos interpretarla. Pasa que salir y buscar a alguien a quien amar es la cosa más tremendamente difícil cuando te sientes menos, cuando crees que no mereces, cuando no logras convencerte de lo que eres, cuando no te sientes elegible.

Ese sentimiento de no sentirte suficiente paraliza. Hace que nos sintamos burlados por el otro, que nos sintamos rechazados, abandonados, cuando en realidad no está sucediendo, pero nuestro miedo de no ser elegidos hace que seamos nosotros los que terminemos huyendo del otro, sin siquiera saber si esa persona realmente quiere estar con nosotros.

¿Cuántas veces te ha pasado, que te vas, que bloqueas, que te sientes rechazado, pero todo te lo estás contando en tu mente y no está sucediendo en realidad?... Bueno pues quizás sea momento de ver que no somos tan rechazados como creemos, sino que el miedo que sentimos de no ser elegidos hace que salgamos corriendo.

Es verdad que no somos monedita de oro, y que sí, algunas personas no nos elegirán, pero eso nada tiene que ver con tu valía; simplemente hay personas con las que no congeniamos, que no hay química, o que buscamos cosas diferentes y eso es completamente valido, pero de ninguna manera significa que tú no seas suficiente.

Todos deseamos ser elegidos sí, pero no siempre le permitimos al otro que se quede, muchas veces somos nosotros mismos los que ponemos barreras sin darnos cuenta, sobre todo cuando nos contamos a nosotros mismos que no somos lo que el otro busca, que es demasiado linda/guapo, y que yo no soy suficiente.

Así que, para poder ser elegidos, primero tendremos que elegirnos a nosotros mismos, reconocernos, aceptarnos y amarnos, y saber que tú también eres tremenda oportunidad para el otro.

Con amor: 



Comentarios

Entradas más populares de este blog

Estoy entre mis ganas de tener pareja y amo mi soltería.

11 frases de Mario Benedetti para un corazón roto

Divorciada, sola y feliz