Complejo que hace que amemos a los patanes
Varios
estudios han comprobado que contrario a esta creencia, las chicas nos
sentimos atraídas por los patanes que no muestran interés en nosotras,
no son lindos, ni amables. ¿Acaso el mundo se volvió loco?
Cuando un hombre es atento, te escucha,
está para ti cuando lo necesitas y te es leal, es más probable que lo
veas como tu mejor amigo que como un prospecto de novio. ¿Por qué
pareciera que entre peor sea tratada una mujer, más se engancha a él?
La ciencia lo explica de la siguiente manera:
Existe
en psicología algo llamado “La Triada Oscura” o “La Triada de
Macdonald”, la cual reúne tres personalidades consideradas desviadas de
los parámetros normales; éstas son:
Narcisista: en la cual la persona es egocéntrica, egoísta, vanidosa y con falta de empatía hacia los demás.
Maquiavélica: la cual se caracteriza por la manipulación y explotación de los otros, con una atención centrada en sí mismo.
Psicópata: que
se caracteriza por la búsqueda de emociones, egoísmo, insensibilidad,
falta de afecto personal, encanto superficial, y implacabilidad.
Así
pues, la Triada Oscura (TO) es una escala para mediar los niveles de
maquiavelismo, narcisismo y psicopatía en una persona (existen incluso
tests en línea que, aunque no son 100 por ciento exactos, nos pueden dar
una idea al respecto).
Al parecer existen dos estudios
científicos que confirman que las personas con mayor escala en la TO son
los que tienen un mayor número de conquistas, lo cual podría explicar
por qué los patanes, que en teoría deberían ser repulsivos, resultan
irresistibles para la mayoría de las mujeres.
De
acuerdo con un profesor de Las Cruces, en Nuevo México, Peter Jonanson,
la “patanería” es una estrategia evolutiva de apareamiento en la cual
las personas con elevado porcentaje de estas tres personalidades (TO)
buscan recompensas a largo plazo.
Es
decir, son individuos que buscan las cosas fáciles: sexo casual, mayor
número de parejas sexuales, menor cantidad de dinero pero más fácilmente
obtenido, etc.
Esta necesidad biológica de querer obtener las cosas más rápidamente les
hizo evolucionar sus estrategias, incluidas las de apareamiento, lo
cual mezclado con las tres personalidades de la TO, da como resultado al
patán perfecto: narcisista (sólo le importa él y sus necesidades),
maquiavélico (te dirá lo que sea con tal de obtener lo que quiera de
ti), y psicópata (será encantador por momentos, pero cuando te haga
alguna patanada no sentirá el más mínimo remordimiento); ¡ahora todo
cobra sentido!
Pero, ¿desde cuándo nació la obsesión
femenina de enamorarse de los patanes y considerar que los hombres
buenos y amables son aburridos? ¿Cómo es que llegamos a creer que un
verdadero idiota puede convertirse en el amor de nuestra vida aunque
sepamos el daño que nos hace, lo mal que la pasamos en ciertos momentos y
la locura en la que se han convertido los celos absurdos o el descuido
total de la relación?
Estas
respuestas se pueden obtener observado los mensajes que muchas películas
y libros mandan a las mujeres, sobre todo en la edad de la adolescencia
que es cuando puedes tener una mayor influencia del exterior.
nosotras buscamos ser la mujer que logre
que nuestra pareja cambie, que nos trate como siempre quisimos, como
los cuentos de príncipes azules nos hicieron creer… pero
lamentablemente, las novelas y películas románticas no son reales.
Algunas
mujeres se obsesionan a amar este tipo de hombres con la seductora idea
de que ellas serán la excepción, que ellas lograran hacer que ese
hombre deje todo por ellas y cambie. Este “complejo” de heroína que
tienen algunas mujeres puede llegar hacer que mantengan por años una
relación dañina y perjudicial.
Todos estos años se ha tenido al errónea
idea de que las mujeres están a la espera de que un hombre llegue y las
rescate pero al parecer, lo que es más afrodisíaco para algunas es la
posibilidad de poder rescatar a alguien ellas.
Todo
esto se trata de cientos de ejemplos que nos demuestran el estúpido
patrón femenino de buscar al hombre rebelde que no tiene límites, al
atractivo mujeriego que les haga sentir como en sueños pero siempre con
la inseguridad de que está con alguien más, quien se empeña en
justificar sus acciones con regalos que no sirven para nada, al frío que
nos sabe perdidamente enamoradas de él… es un problema femenino,
evidentemente… porque si algunas mujeres no tuvieran tan arraigado ese
deseo fundamental por estar con ellos, probablemente, se darían cuenta
de que no está bien ser así.
Es un
problema global; todos tenemos una amiga, si no es nuestro caso, que ha
vivido ese romance en el que no sabe por qué está ahí, pero tiene la
ferviente convicción de que su pareja cambiará.
Lo
único que queda por decir es: dejemos de creer que el hombre patán,
perfecto para “cambiarlo con nuestro amor” es una opción".
Esto es mas común de lo que pensamos.
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