Guía para ser una Antiprincesa: literatura al servicio de niñas reales




De acuerdo a una entrevista otorgada a la página: clarin.com/entremujeres/ El nuevo libro de Nadia Fink y Pitu Saá propone desterrar el concepto de espejito, espejito. Un título que apela a querernos tal cual somos y a las libertades de elección.

Basta de tanto ‘espejito, espejito’. Al final, siempre son los protagonistas de los cuentos… Queremos espejos que nos muestren como somos en realidad: de muchos tamaños y colores, despeinadas, con picaduras de mosquitos, con piojitos en la cabeza, con moños torcidos de tanto hamacarnos y con una sonrisa gigante de gustarnos como somos”. Así comienza Antiespejito. Guía para ser una Antiprincesa (editorial Chirimbote), la nueva propuesta de Nadia Fink y Pitu Saá.

En diálogo con Entremujeres, la autora sostuvo que en este tipo de cuentos “el potencial que tiene el mensaje es, sobre todo, promover libertades de elección y de deseo. Cuando empezamos a hacer a las Antiprincesas, creíamos que contar la vida y el legado de mujeres fundamentales en nuestra historia latinoamericana les daba a las niñas (y niños) una perspectiva bien diferente de ser mujeres. Contar con perspectiva de género es también dar cuenta de la historia desde otro punto de vista. Notamos que ese mensaje era bien recibido: ser antiprincesa es ser como uno quiera ser”.

Fink detalló que “la guía para ser una Antiprincesa promueve infancias libres y divertidas. Y brinda aportes para que las chicas se quieran tal cual son desde sus primeros años; vestidas con los colores que más les gusten; practicando sus deportes favoritos, sin barreras; y juntas. Propone romper estructuras y desandar todo lo aprendido mediante textos y actividades que harán reflexionar sobre las vestimentas, los colores, los juguetes y juegos que no deberían dividirse según el género; atravesada por algunos de los ejes que plantea la Ley de Educación Sexual Integral (ESI)”. Y añadió: “Y rompe con otro mito en torno a las mujeres: el de la competencia”.

Una vez más, la escritora y el ilustrador se involucran en el mundo de la diversidad y hacen hincapié esta vez en la importancia de querernos tal cual somos. La guía apela a niñes que no esperan ser rescatados por ningún personaje (niñes, sí, porque además apelan al lenguaje inclusivo), sino que van en busca de sus sueños y deseos.

Jugar a lo que tengan ganas -sin responder a mandatos, tradiciones ni prohibiciones-, vestirse del modo que quieran e ignorar aquello del rosa para nenas y celeste para varones es otra de las máximas que pasa por las páginas de la obra.

Más profundo aún: aunque es un libro infantil, aquí se deja claro un concepto que servirá para toda la vida. Las antiprincesas “tienen derecho a decir que no”; la idea de niñas o mujeres obedientes, inhabilitadas a demostrar sus desacuerdos o ideas propias ya no tiene (o no debería tener) lugar en el mundo de hoy.

La niñez es un lugar donde las posibilidades son muchísimas, como personas adultas que acompañan y no estructuran, hay toda una generación que está dispuesta a criar hijas e hijos libres para elegir y para desear”, concluyó Nadia al explicar su éxito.

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